Jaime José Olbés Carrera Clase de Turco
por Jaime José Olbés Carrera
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Última actualización en esta página:
15 de Noviembre de 2008
(Corrección añadida a la regla de la mutación de palabras)

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Lección 2

Armonía de consonantes

Como ya vimos en el apartado 4 de la lección 0, hay veces que las consonantes de inicio de un sufijo o las consonantes del final de la palabra raíz a la que se añade el sufijo pueden cambiar para mejorar la pronunciación. Aquí te resumo cómo se producen esos cambios y en qué circunstancias. Básicamente, hay dos casos, el de Mutación de Palabras y el de Mutación de Sufijos.


1) Mutación de palabras

Se produce cuando vas a añadir un sufijo que empieza por vocal a una palabra raíz acabada en una consonante del grupo {p, ç, k, t}. Entonces esta última consonante de la palabra raíz mutará de la siguiente manera:

La letra p cambiará a b.
La letra ç cambiará a c.
La letra k cambiará a ğ.
La letra t cambiará a d.

Corrección: además de lo mencionado, la palabra raíz debe tener 2 o más sílabas, pues las palabras de una sola sílaba nunca ven su última consonante modificada.

Observa que los cambios tienen sentido: las consonantes a las que se cambia vienen a ser las versiones sonoras de las consonantes sordas de las que provienen (recuerda que la "c" turca se pronuncia como nuestra "ll"). La posición de la boca no cambia, y el cierre de la lengua contra dientes o paladar o el cierre de los labios sólo se abre ligeramente para permitir un leve flujo de aire acompañado de la vibración de las cuerdas vocales, en preparación para el sonido vocálico que les seguirá.

Ejemplo: El sufijo -(i)m se usa para indicar posesión en primera persona (similar al determinante posesivo "mi"), y al añadirlo a la palabra bardak (vaso) provocará la mutación de la k, dando lugar a la palabra bardağım (mi vaso).


2) Mutación de sufijos

Se produce cuando vas a añadir un sufijo que empieza por una consonante del grupo {c, d} a una palabra raíz acabada en una consonante del grupo {p, ç, k, t, f, h, s, ş}. Entonces la consonante inicial del sufijo mutará de la siguiente manera:

La letra c cambiará a ç.
La letra d cambiará a t.

Observa que los cambios son justo los inversos de los que se vieron en el punto 1. Observa también que sólo te he indicado los cambios de c y d. ¿Qué pasa con ğ y b? Pues ocurre que, aunque sin duda cambiarían de igual manera, no importa porque no hay ningún sufijo en turco que empiece por esas consonantes, con lo cual nunca te vas a encontrar con la necesidad de cambiarlas.

Una vez más, date cuenta de que los cambios tienen sentido: Vienes de una consonante que se pronuncia sin vibración de las cuerdas vocales, y tienes que pronunciar a continuación otra en la que sí vibrarían. Para pronunciar ambas consonantes juntas, es más fácil sustituir la segunda consonante por su versión sorda.

Esto también ocurre en español, aunque seguramente no te habrás dado cuenta. Por ejemplo tenemos palabras que combinan los sonidos "k" y "t" (actuar, actor, activo...), "p" y "t" (aptitud), "f" y "t" (naftalina), o "s" y "t" (hasta), pero no tenemos ninguna palabra que combine uno de los sonidos {p, ch, k, t, f, s} y el sonido "d", juntos. Tampoco tenemos palabras que combinen ninguna de las consonantes sin vibración indicadas arriba con el sonido "ll", equivalente a la "c" turca.

Ejemplo: El sufijo -da se usa para indicar localización, de forma similar a la preposición "en". Al añadirlo a la palabra raíz tuvalet (aseo, baño) nos queda tuvalette (en el baño).

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